Este año todos vivimos una Navidad muy diferente y en publicidad las cosas se complicaban… ¿cómo llevar a los Reyes Magos de Oriente y a Santa Claus a un centro comercial evitando el contacto?¿Cómo decirle a los niños que no podían sentarse en sus rodillas este año?
Tuvimos una idea, nuestros mágicos personajes de oriente y el hombre de Laponia ya tienen una edad por lo que tampoco tenían fácil viajar… ¿Cuál era la solución para que los niños aún así pudieran verles?
¿Cómo lo hicimos?
Creamos una casa especial, decorada con todo tipo de atrezzo navideño. En ese espacio los niños podían realizar videollamadas con Santa Claus y con los Reyes Magos y contarles lo buenos y buenas que habían sido y todo lo que esperaban bajo el árbol esas mágicas mañanas.
Ambos espacios estaban decorados dando la sensación navideña a los niños, tanto en el lugar en el que se encontraban ellos como el lugar con el que conectaban.
La acción fue todo un éxito y conseguimos salvar la Navidad y sobre todo la ilusión de los más pequeños.
