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Naming

Publicidad y Creatividad | 7 Claves para crear un buen naming

¿Cómo crear un buen naming?

El nombre que le das a tu marca es el primer contacto que tendrá el usuario con ella. Su objetivo principal es atraer al público y mejorar el posicionamiento de la marca. Y para ello se debe transmitir los valores de la marca con el nombre, tratar de describir sus características, personalidad y empatizar con el usuario. En las agencias de marketing y publicidad, el nombre elegido será el eje central de la identidad de la marca y el mensaje más visto, leído y escuchado.

No es fácil saber si como funcionará en un futuro, pero hacer un estudio previo del entorno y los procesos de conceptualización es imprescindible para llegar a una solución que englobe los valores deseados. No puedes empezar sin saber todo acerca de la empresa; su público objetivo, el sector, los valores, su competencia, etc.

El naming no es solo creatividad, es un conjunto de criterios, reglas y directrices que se conforman de acuerdo a una arquitectura de marca determinada. Esta es una de las claves fundamentales del branding y, lógicamente, también afecta al naming.

Modelos de construcción sintática

Antes de comenzar el brainstorming, ten en cuenta que existen varios modelos de construcción sintáctica del nombre:

  • Descriptivo: el nombre se basa en la descripción literal. (Ejemplo: American Airlines)
  • Neologismo: el nombre se crea en base a la combinación de términos preexistentes. (Ejemplo: Bocadelia, boca+delicioso)
  • Acrónimos: se crea a partir de un nombre descriptivo. (Ejemplo: ONCE, Organización Nacional de Ciegos Españoles)
  • Abstracto: creación de un nombre inexistente, sin ningún tipo de relación directa con la marca. (Ejemplo: Pepsi)
  • Sugerente: el nombre habla del beneficio directo de la marca. (Ejemplo: Iberia Express)
  • Evocativo: parte de ideas que evocan los valores de la marca, creando algo nuevo. (Ejemplo: Bankia)
  • Asociativo: el nombre describe una idea de forma conceptual. (Ejemplo: Champions League)
  • Geográfico: incluye en el nombre una referencia a la ubicación de la marca. (Ejemplo: Estrella Galicia)

Un error bastante común es pensar antes en la identidad visual de la marca que en su propio nombre. Un buen branding siempre partirá del naming, ya que su logotipo va ligado a los mismos valores que la marca. Si la identidad corporativa no trabaja en la misma línea que el naming es muy probable que cause rechazo al usuario.

Las claves del buen naming

Para conseguir un buen naming debemos tener en cuenta:

  • Ser único y distintivo, destacando entre su competencia
  • La sonoridad: cómo suena
  • Ser fácilmente recordable
  • Ser coherente y que se ajuste a la personalidad de la marca
  • Su apariencia escrita
  • Ser atemporal y adaptable al crecimiento de la compañía
  • Debe ser breve, que no tenga más de una o dos palabras

WARNING: Cosas que deberías tener en cuenta

Después de todo este proceso si ya tienes unas cuantas ideas para elegir, hay un filtro importante que deben pasar: la internacionalidad. Si tu marca consigue una expansión a distintos países, debes tener en cuenta la traducción del nombre, ya que en otros idiomas puede tener connotaciones negativas. Solo un simple chequeo del lenguaje, te puede evitar muchos problemas en el futuro.

Las asociaciones negativas, a menos que sean intencionadas, hay que evitarlas a toda costa realizando un control en los mercados donde vaya a estar presente la marca. El nombre de una marca es igual que la portada de un libro, influye enormemente en la decisión de compra.

Pero, aunque el nombre resulta esencial para conseguir el éxito, no lo es todo. El verdadero éxito de un buen nombre es su coherencia la marca: logotipo, servicio y producto. Un ejemplo de esto sería la marca de moda “Desigual” define perfectamente los valores de la marca solo con su naming, además, le acompaña su logo con la letra “s” al revés: un concepto global perfecto.

Después de todo este trabajo, estarás cansado ya de pensar, pero este esfuerzo inicial es esencial para comenzar a crear branding, aunque a lo mejor prefieres dejarlo en manos de nuestros locos creativos. Eso sí, ¿ya tienes el nombre perfecto? Pues no olvides registrar la patente, tanto el nombre, como el logo. Así, darás fortaleza a la marca y, sobre todo, evitarás plagios.

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